Imagina esto…
Estás parado de frente a una escena increíble, inmediatamente se te ocurre que es perfecto para tomar una fotografía.
Así que sacas tu cámara, te acomodas, haces algunos ajustes, encuadras la imagen, disparas…
Resultado: UNA COMPLETA PORQUERÍA.
Puede llegar a ser muy frustrante, que tomas la fotografía y el resultado no es el que estabas esperando, y no se parece a lo que habías imaginado.
Puede ser molesto, desesperante e incluso te puedes llegar a desanimar cuando te das cuenta de que tus fotos realmente no tienen los estándares de calidad que tú mismo esperas de ti.
Te comparas con otros fotógrafos que admiras y te das cuenta de que no estás ni siquiera cerca de lograr resultados como los de ellos.
¿Por qué sucede esto?
Porque estás en “LA BRECHA”
¿Qué es eso?
Cuando estamos aprendiendo y desarrollando una nueva habilidad -en este caso que quieres aprender foto- estamos normalmente expuestos a trabajo de muy buena calidad.
Seguimos a fotógrafos que admiramos, vemos fotografías impresionantes, observamos y apreciamos el trabajo de fotógrafos reconocidos y con muchísima experiencia.
Por lo tanto, desarrollamos un buen gusto en la fotografía.
Podemos muy fácilmente reconocer buenas fotografías y distinguirlas de las malas fotografías.
¡ESE ES EL PROBLEMA!
Cuando queremos aprender a ser fotógrafos, nuestro gusto por la fotografía se desarrolla mucho más rápido que nuestra habilidad de tomar buenas fotos…

Ese periodo de tiempo, en el que tus habilidades en la fotografía no son iguales a tu gusto fotográfico es considerado: ¡LA BRECHA!

Hay una brecha entre tus gustos y tus habilidades. ¡Es muy frustrante y puede desanimarte!
Puedes llegar a creer que eres malo en la fotografía y orillarte a dejarlo de lado.
SOLUCIÓN:
Deja de comparar tu trabajo con el de tus fotógrafos favoritos.
Compara tus fotos, con las fotos que tomaste ayer. ¡COMPÁRATE CONTIGO MISMO!
(Por supuesto que es importante ver a tus fotógrafos favoritos de vez en cuando para tener una perspectiva de lo que es un buen trabajo. Pero no te compares con ellos)
Y LO MÁS IMPORTANTE:
¡SIGUE PRACTICANDO!
Sé muy paciente y ten presente que la práctica hace al maestro.
Nunca vas a mejorar si no practicas.
¡Ánimo!
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