La guía definitiva para establecer y lograr metas

por Feb 1, 2023Performance

Ponerte metas es crucial si eres un emprendedor o empresario.

No tienes un jefe que te diga qué es lo que tienes que hacer. Depende enteramente de ti.

Si te pones malas metas, tu año será un fracaso, incluso si las cumples. Como dicen en Estados Unidos:

«Play stupid games, win stupid prices»
«Juega juegos estúpidos, gana premios estúpidos.»

Las metas te dan una guía de qué tienes que hacer y cuándo. Son la estrella polar que te va guiando para lograr las cosas que quieres.

Algunas personas somos naturalmente malas definiendo metas. Otras, son muy buenas. Y esto determina, en gran medida, el nivel de éxito que tenemos durante el año.

Afortunadamente, podemos aprender a establecer mejores metas.

Y si dedicamos nuestro año a cumplirlas, y cumplirlas en serio, es probable que avancemos más en 1 año que en los 5 años anteriores.

Veremos algo de la teoría de cómo ponerte metas.

Pero sobre todo, veremos estrategias probadas científicamente para alcanzar las metas que te propusiste.

Si practicas esto año con año, con el tiempo te volverás un experto planteando y logrando tus metas. Y te aseguro que se verá reflejado en tu éxito personal y profesional.

Aprende a plantear metas

El día de hoy veremos dos ideas importantes.

La primera es el planteamiento adecuado de las metas.

Una vez que veamos cómo hacer esto correctamente, veremos cómo ejecutar las metas que te planteaste para realmente cumplirlas.

Evita el fracaso: Principales errores al plantear metas

Estos son los errores más comunes que comete la gente al establecer sus metas.

Metas demasiado agresivas

Las metas están diseñadas para darte orientación, guiarte y motivarte. Si tu meta es tan agresiva que se vuelve imposible de cumplir, el efecto es el opuesto. Una meta demasiado agresiva te desmotiva.

Por ejemplo, muchos emprendedores sobreestiman su capacidad y se ponen metas como: «Tener $1M de USD al final del año.» Si estás empezando desde cero, probablemente no lo logres. Y en lugar de motivarte para seguir creciendo y aprendiendo cosas nuevas, este tipo de fracasos te desmotivan.

Es importante apuntar un poco más alto, pero dentro de lo realista.

Metas demasiado fáciles

Existe un término para esto: sandbagging. En el mundo corporativo, es una gran estrategia plantearte metas demasiado fáciles. Convences a tu jefe de que la meta es mucho más complicada, la cumples con creces y obtienes el ascenso.

Pero cuando eres tu propio jefe, ponerte metas demasiado fáciles para sentir que estás progresando es una estupidez. Como dice Naval: «Quieres ser rico y anónimo, no pobre y famoso.»

@naval via Twitter

Si tus metas son demasiado fáciles, te verás bien por fuera (y quizá te sentirás bien), pero no tendrás un progreso significativo.

Entonces, tus metas no debe ser demasiado agresivas pero tampoco demasiado fáciles. Tienes que buscar un balance. Tus metas deben ser retadoras pero alcanzables.

Métricas erróneas

Muchas veces, la gente se pone metas con métricas que no son importantes.

“Para finales de este año quiero llegar a 10k seguidores en Instagram.”

¿Qué significa tener 10k seguidores? ¿Cómo impacta esto a la empresa?

Usualmente, este tipo de métricas son—más que otra cosa—un proyecto de vanidad.

Enfócate en métricas que realmente tengan un impacto tangible en tu empresa y tu vida.

Algunas métricas que probablemente quieres impactar es el número de clientes, los ingresos y gastos de la empresa, etc. Cosas que muevan la aguja y te permitan avanzar.


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Comparaciones estúpidas

Tus metas son eso: tuyas.

Es buena idea observar empresas similares a la tuya, que están un par de pasos más adelante, y usarlas como inspiración para tus metas. Sin embargo, no trates de copiarlos.

Son empresas diferentes, lidereadas por fundadores diferentes, que obtuvieron sus resultados en un momento diferente en el tiempo. Entonces, no trates de emular sus mismos resultados.

Si alguna empresa similar hizo, digamos, una campaña de marketing de influencers y les funcionó muy bien el año pasado, no significa que tu meta de este año deba ser lanzar una campaña de marketing de influencers. Si hace sentido, inspírate de lo que otros han hecho, pero no hagas comparaciones estúpidas.

Aferrarte a una meta

Para que una meta sirva de algo, tienes que comprometerte profundamente con lograrla. Una vez que la estableces, tienes que hacer todo en tu poder para lograrla.

Sin embargo, si te aferras a malas metas y no ajustas en el camino, vas a perder tu tiempo.

Como ya mencioné, poner metas es una habilidad. Y si no la has desarrollado adecuadamente, las primeras metas que pongas no serán perfectas.

Tal vez pensaste que querías contratar a un equipo de 5 vendedores este año. Sin embargo, en el transcurso del año te diste cuenta de que solo necesitabas subir tus precios y tener 1 muy buen vendedor. Si te aferras neciamente a la meta inicial, vas a terminar pagando sueldos innecesarios, con un equipo de ventas desmotivado porque no tienen suficientes oportunidades ni comisiones.

Necesitas flexibilidad, pero sobre todo, humildad. A veces la meta que te fijaste a inicio de año era una mala meta. Tienes que aceptar que te equivocaste y ajustar lo más rápido posible.

Poner excusas

Creo que el peor error que puedes cometer en cuanto a metas se trata es poner excusas cuando no las cumples.

Cada semana hablamos con clientes que nos quieren contar toda su historia de vida y por qué hicieron esto o decidieron aquello. Francamente, si tienes que contar la historia, lo más probable es que te estés queriendo justificar.

Nosotros no somos tus jefes. Tú eres tu propio jefe. Deja de ponerte excusas.

Acepta que te equivocaste. Una vez que haces eso, puedes evaluar las razones de tu error y tratar de corregir más adelante.

Esta es la única manera de avanzar rápido en tus objetivos.

Si crees que eres demasiado bueno como para equivocarte…

Si siempre es culpa de alguien más (el gobierno, la economía, la competencia)…

Nunca vas a corregir lo que tienes que corregir.

Estableciendo metas correctamente

Veamos ahora algunos consejos que te permitan evitar estos errores y establecer metas que funcionen. Con eso me refiero a metas que te inspiran, te desafían, te dan oportunidades de crecer y te permiten construir la vida que quieres.

Metas específicas, medibles, retadoras y alcanzables

Antes de plantear las metas, veamos qué características deben de tener. Hay una cantidad interminable de modelos para establecer metas de acuerdo a la literatura psicológica.

La que recomendamos nosotros es definir metas SMART.

Tus metas deben ser:

  • e(S)pecíficas
  • (M)edibles
  • (A)lcanzables
  • (R)elevantes
  • (T)iempo límite

En pocas palabras, tus metas deben ser específicas, medibles, retadoras y alcanzables.

  • Ejemplo de una meta mala: “Quiero ahorrar.”
  • Cómo se podría mejorar: “Quiero ahorrar $10k USD para el 31 de diciembre de este año.”

Por supuesto que ese monto debe ser algo retador, que te saque de tu zona de confort. Pero debe ser algo alcanzable. Si ganas $1k USD al mes, probablemente no vas a ahorrar esa cantidad.

Cuántas metas por año

Todos queremos un montón de cosas en la vida.

Honestamente, queremos todo: mucho dinero, buenos amigos, una gran relación, una bonita familia, salud perfecta, felicidad y tranquilidad, conocer el mundo, dominar un instrumento o un lenguaje o un arte, quizá fama, y la lista sigue.

Sé que es difícil, pero tienes que priorizar tus metas. Elige 1-2 metas grandes cada año y nada más.

Los supermercados saben que mientras más opciones pongan en tu campo visual, más te vas a distraer y más vas a comprar. Lo mismo sucede si tienes demasiadas metas. Las distracciones son demasiadas y terminas sin lograr nada.

Entonces, ¿cuáles son esas 1-2 metas que son las más importantes para ti este año? El próximo año puedes enfocarte en cosas diferentes, para no descuidar otras áreas de tu vida.

Asegúrate de plantear estas metas correctamente. Que sean específicas, medibles, retadoras y alcanzables.

Ingeniería en reversa

La idea que acabo de mencionar consiste en plantearte 1 o 2 metas grandes al año. Pero es difícil conceptualizar metas de ese tamaño.

Es aquí donde tenemos que hacer ingeniería en reversa. Tenemos que descomponer esas 2 metas importantes en pequeñas metas mensuales, semanales e incluso diarias. También, siempre que sea posible, descomponerlas en hábitos diarios.

Veamos un ejemplo. Supongamos que una de tus metas principales para este año es tener ingresos por $500k USD en tu empresa.

Ahora, dependiendo de tu empresa, hacer ingeniería en reversa para esta meta puede hacerse de diferentes maneras. Veamos una de ellas:

  • Si dividimos ese monto entre 12, obtenemos nuestra meta mensual. Necesitas ingresos de $41,666 USD al mes en promedio.
  • Supongamos que vendes un servicio de $3k USD. Eso significa que necesitas cerrar 14 ventas al mes.
  • Si dividimos ese monto entre 4.33 (el promedio de semanas que hay en un mes), concluimos que necesitas cerrar 3.2 ventas por semana.
  • Supongamos que tienes una tasa de cierre del 30%. Para saber cuántas llamadas de venta tienes que hacer, divide 3.2/30%. Esto significa que necesitas tener 10.7 llamadas de venta por semana.
  • Supongamos ahora que tu tasa de conversión es del 10%. Es decir que por cada 100 personas con las que prospectas, 10 toman una llamada de ventas. Eso significa que tienes que prospectar con 107 personas por semana para lograr tu meta.
  • Eso significa que tienes que prospectar con 21 personas al día, de lunes a viernes. Tomando en cuenta días festivos y cualquier eventualidad, podemos redondear a 25 prospecciones al día para asegurarnos de llegar a la meta.

Ese es nuestro hábito diario. Si prospectamos con 25 personas al día, de lunes a viernes durante todo el año, estamos prácticamente asegurando cumplir nuestra meta.

Así es como haces ingeniería en reversa para detectar tus metas mensuales, semanales y, sobre todo, tus hábitos diarios.

Si estás cobrando ingresos recurrentes, el cálculo es un poco diferente. En ese caso te recomiendo usar una hoja de Excel en la que vayas acumulando los ingresos por cliente. Pero, al final del día, el concepto es exactamente el mismo.

Una vez hecho esto, tu enfoque debe estar en esos hábitos diarios.

Por cierto, cabe recalcar que también es importante definir tus metas mensuales, semanales y hábitos diarios con la metodología SMART. Siguiendo con nuestro ejemplo: “Prospectar con 25 personas a través de LinkedIn, de lunes a viernes, entre 9-11am.”

Vale la pena revisar y ajustar tus metas anuales cada trimestre; y ajustar las metas mensuales, semanales y diarias respectivamente. Pero no quieres revisar metas diariamente. En tu día a día, quieres enfocarte en los hábitos diarios que definiste.

Estrategias efectivas para cumplir metas

Ya que hemos planteado metas de manera adecuada, veamos quizá la parte más importante. ¿Cómo cumplimos esas metas que ya nos planteamos?

Este es el momento de la verdad. La acción es el 99% de tus resultados.

Para esto, veamos un poco de biología:

El sistema visual y la motivación

Cuando estamos motivados para lograr algo, nuestra visión se enfoca en el objeto de persecución. Por ejemplo, si estás jugando futbol y recibes el balón cerca de la portería, tu motivación es tirar a gol. Tu visión se enfoca intensamente en la portería y en el balón mientras chutas tratando de conseguir tu meta.

Este sistema funciona en ambas direcciones. Es decir que cuando estamos motivados, nuestro enfoque visual incrementa. Pero también, cuando aumentamos nuestro enfoque visual, nuestra motivación aumenta.

Imagina que estás caminando en un parque. Estás tomando un paseo relajado y no tienes ningún objetivo en mente. ¿Cómo está tu visión? Si eres como la mayoría de las personas, estará desenfocada, amplia y viendo el panorama en general.

De repente, un perro paseando con su dueño a unos 20 metros de ti se altera. Te empieza a ladrar y se empieza a jalonear.

Tu visión se enfoca inmediatamente en la fiera y el resto del mundo desaparece de tu campo visual.

Entonces, al dueño se le suelta la correa y el perro empieza a correr hacia ti.

Tu visión automáticamente se dirige al árbol más cercano para escalar. Empiezas a correr con tu visión intensamente enfocada en el objetivo. Si hay una niña jugando a la distancia o una abeja pasa volando cerca de ti, no te enteras.

Nuestro cuerpo está diseñado de tal forma que cuando enfocamos nuestra visión, se activan diferentes sistemas para tomar acción. Si enfocas tu visión es porque tienes que tomar acción. Probablemente viste un depredador o algún otro peligro. O tal vez viste algún recurso: comida, agua o alguna presa.

Es por eso que cuando enfocamos nuestra visión intensamente, se aumenta la presión cardiaca y se liberan hormonas como adrenalina y dopamina, que provocan que tomemos acción.

Un estudio de Hal Hershfield[1], profesor de la Universidad de California en Los Angeles, analizó cómo podemos motivarnos mejor para nuestras metas.

Hershfield observó que para la mayoría de las personas, el futuro parece muy lejano. Nos resulta difícil ponernos en los zapatos de nuestro yo del futuro.

Para probar su idea, separó a los participantes de su estudio en dos grupos.

A los integrantes del primer grupo les pidió que se imaginaran a sí mismos dentro de 30-40 años. Después, les pidió que separaran un monto de dinero para invertir para su retiro.

Para el segundo grupo, crearon imágenes de cómo se verían dentro de 30-40 años usando inteligencia artificial. Le mostraron a cada participante su respectiva fotografía y, de la misma manera, les pidieron que separaran un monto de dinero para invertir para su retiro.

Las personas que vieron físicamente una imagen de ellos mismos envejecidos invirtieron mucho más para su retiro que aquellos que solo usaron su imaginación.

¿Quieres dejar de comer pizza todas las noches? Usa alguna aplicación para generar una imagen de cómo te verías en 5-10 años si sigues comiendo de esa manera. Al ver esa imagen de manera tangible, es más probable que te motives.

¿Quieres prospectar más clientes? Crea una imagen de ti en 30-40 años de cómo te verás. Observa a esa persona y piensa cómo se vería si no haces las cosas que tienes que hacer en tu empresa. Cómo cambiaría si empiezas a prospectar todos los días.

El sistema visual es muy poderoso para motivarnos a cumplir metas.

Cómo motivarte al inicio

Hemos definido que el sistema visual permite motivarnos para cumplir nuestras metas. Sin embargo, hay una advertencia.

El visualizar esa gran meta nos motiva a trabajar en la meta. Sobre todo si podemos visualizarla tangiblemente. La presión cardiaca aumenta, se liberan adrenalina y dopamina, y el cuerpo y la mente están listas para trabajar.

La meta puede ser cualquiera. Cosas grandes como conocer el mundo, generar XXXX cantidad de dinero, llegar a XX peso corporal, dominar una habilidad compleja o ganar un premio. Al visualizar tangiblemente cualquiera de estas cosas, nos motivamos para tomar acción.

Sin embargo, a lo largo del tiempo, la visualización de esa meta pierde su efecto motivacional. La liberación de hormonas y el incremento en la presión cardiaca eventualmente decaen.

Incluso, si visualizas el éxito durante suficiente tiempo sin lograrlo, puede tener un efecto contraproducente. Recordarte todos los días que no has logrado lo que te propusiste puede deprimirte y reducir tu motivación.

Entonces, visualizar la meta sirve muy bien para empezar. Pero si queremos mantener esa motivación y ese esfuerzo a lo largo del tiempo, hay otra herramienta que podemos usar.

Cómo motivarte continuamente (después de la emoción inicial)

Emily Balcetis, psicóloga de la Universidad de Nueva York, ha hecho diversos estudios para entender cómo el sistema visual nos ayuda a motivarnos.

Como ya dijimos, este sistema es sumamente poderoso. Sin embargo, la visualización de éxito, como ya dijimos también, únicamente nos motiva para empezar.

La mejor forma de motivarnos continuamente es la visualización del fracaso.

La diferencia no es nada despreciable. Si visualizas el fracaso, aumentas casi al doble la probabilidad de lograr tu meta, comparado con visualizar el éxito.

Pongamos un ejemplo.

Supongamos que quieres que en los siguientes 5 años, tu empresa facture $10M USD, que sea referencia en tu sector y que las personas que hoy admiras quieran ser tus clientes. Si visualizas eso tangiblemente (como decíamos, incluso generando imágenes de ti a esa edad y de cómo se vería tu vida en ese escenario) vas a estar muy motivado para empezar a trabajar.

Este es el mejor momento para descomponer esa gran meta en metas más pequeñas y en hábitos diarios.

Si alguna vez has hecho esto sabes que 1 semana más tarde no sentirás esa misma motivación por llevar a cabo esos hábitos y tareas diarias.

Si vuelves a visualizar el éxito, como lo definiste, no será tan motivador como al principio.

Por otro lado, lo que puedes hacer es visualizar el fracaso. ¿Qué pasaría en esos 5 años si no haces los pequeños hábitos que te propusiste? ¿Cómo se vería tu vida?

Probablemente seguirías endeudado, te sentirías como un fracaso, te comería el estrés, te habrías decepcionado a ti mismo, quizá tu pareja estaría desesperada, te sentirías humillado al ver a tus amigos sobresalir. No sé, los escenarios pueden ser muchos. El punto es que lo tienes que visualizar de manera tangible.

Visualizar ese fracaso puede ser un motivador muy poderoso.

La amígdala es la parte del cerebro encargada de generar el miedo y la ansiedad. Y es una zona muy poderosa, que está diseñada para sobreponerse a otros circuitos neuronales.

Imaginando a nuestros antepasados cazadores-recolectores, está bien recolectar frutas para comer. Pero si de repente ves una serpiente, tu prioridad debe ser huir del peligro, no seguir buscando el premio de las frutas.

Nuestro sistema nervioso está diseñado con esta asimetría. Haríamos mucho más por evitar el dolor que por conseguir el placer.

Cómo enfocarte y mejorar tu desempeño día a día

Según otro estudio del laboratorio de Balcetis, publicado en 2020[2], podemos usar el sistema visual para mejorar el desempeño en el día a día.

Una herramienta extremadamente práctica para enfocarte en la persecución de tus metas es enfocar tu atención en un punto fijo durante 30-60 segundos.

Entonces, ¿quieres enfocarte a escribir un anuncio que te genere más ventas? ¿O quizá quieres enfocarte en hacer un análisis de tus gastos?

No importa cuál sea tu meta. Antes de empezar, enfócate en algún punto durante 30-60 segundos y esto preparará tu cerebro para tomar acción enfocada. Puede ser un punto cercano como tu escritorio o tu laptop, o algo más lejano como algún punto en el horizonte. Lo importante es que mantengas tu enfoque visual durante al menos 30 segundos, sin voltear a ver otras cosas.

Para algunas personas, este proceso va a ser muy sencillo. Para otras puede ser sorprendentemente retador. Cualquiera que sea el caso, respira profundo y enfócate. Es solo un minuto.

Esta herramienta es muy simple, pero es tan poderosa que se ha demostrado que tiene efectos muy positivos incluso en personas con déficit de atención e hiperactividad.

Y aplica tanto para metas cognitivas como para metas físicas. Si quieres correr 100 metros o tirar a una canasta, enfócate en un punto fijo durante 30-60 segundos.

Midiendo el progreso y ajustando tus metas

Se han medido los efectos de que una rata haga ejercicio corriendo en su rueda, con resultados muy positivos. Por un lado, se libera dopamina, lo cual motiva a la rata a volver a hacer ejercicio más adelante, además de que mejora su salud en muchos aspectos.

Sin embargo, cuando las ratas son forzadas a correr, los beneficios se convierten en perjuicios.

Se diseñó un experimento en el que dos ratas estaban en sus respectivas ruedas. Lo interesante es que las ruedas estaban conectadas por un mecanismo sencillo. Cuando una rata corría, la otra rueda empezaba a girar, forzando a la segunda rata a correr contra su voluntad.

Los resultados fueron impresionantes. La rata que corría por gusto obtenía los beneficios típicos del ejercicio. Pero la rata que corría contra su voluntad se volvía cada vez menos saludable. No solo se nulificaban los efectos positivos del ejercicio, sino que el estrés perjudicaba la salud del roedor.

La lección aquí es que, la percepción que tenemos acerca de las cosas que hacemos impacta tanto en los beneficios como en la motivación que obtenemos de dicha actividad.

Es por eso que, llevar una medición del progreso que hacemos en nuestras metas, nos ayuda a motivarnos mejor. Cada que vemos avance positivo en el cumplimiento de nuestra meta, generamos dopamina y esto nos motiva a seguir avanzando.

Una herramienta práctica para obtener estos beneficios es tener una lista de las tareas del día, irlas tachando conforme avanza el día y, principalmente, recompensarnos mentalmente al final del día, todos los días, después de haber completado las tareas de la lista.

Esto, por cierto, también aplica para metas de salud, de relaciones, de educación, etc. No solo funciona para metas profesionales.

Para estos diversos casos tienes que definir un intervalo de tiempo fijo en el que evalúes tu progreso. Por ejemplo, todos los domingos, analizar cuántos días de la semana acudiste al gimnasio. Si cumpliste con tu meta, recompensarte mentalmente.

Notarás que ambas veces dije que la recompensa debe ser mental. Esto lo dije a propósito.

La recompensa no debe ser física (como comerte un chocolate o cualquier otro premio de esta naturaleza). Es necesario que la recompensa sea mental. Que observes que estás dando pasos en la dirección correcta.

Puedes agregar una recompensa física, pero nunca debe faltar la recompensa mental.

Las claves para establecer y cumplir tus metas con éxito

Hagamos una recapitulación de los conceptos, así como las herramientas prácticas para establecer metas correctamente y luego cumplirlas.

  • Define únicamente 1-2 metas grandes por año. Más que eso resulta demasiado abrumador.
  • Asegúrate de que tus metas sean retadoras, pero posibles. También, asegúrate de ser muy específico en cuanto a qué quieres, cuándo lo quieres y cómo vas a medir si lo lograste.
  • Haz ingeniería en reversa para descomponer tus grandes metas en hábitos diarios. Enfoca tu atención en estos hábitos diarios.
  • Asegúrate de que estas pequeñas metas y hábitos diarios también sean específicos, medibles, retadores y alcanzables.
  • Motívate al inicio previendo el éxito (hazlo visualmente tangible).
  • Motívate continuamente a lo largo del tiempo previendo el fracaso (hazlo visualmente tangible).
  • Enfócate visualmente en algún punto para enfocarte y motivarte en una meta o acción.
  • Cada trimestre, revisa tus metas anuales y ajusta si es necesario. Ajusta las metas mensuales, semanales y diarias respectivamente.
  • Cada día o cada semana asegúrate de recompensarte mentalmente por el avance que llevas.

Si implementas todos estos protocolos, lograrás más en 1 año que lo que logras normalmente en 5 años.

Si una de tus metas es aumentar tus ventas y hacer mejor marketing para tu empresa creativa, agenda una llamada con nosotros. Podemos ayudarte.

El objetivo es conocerte mejor, entender más a profundidad el funcionamiento de tu empresa y si suena que podemos ayudarte, hablaremos de las estrategias que podemos implementar para llegar a tus objetivos. Da click aquí para agendar tu llamada.

Espero que hayas disfrutado esta información y sobre todo, que te sea útil en tu empresa. Espero verte en el próximo.

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1 Comentario

  1. Ricardo

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